miércoles, 7 de marzo de 2018

La mirada








La mirada y el poder son intrínsecos de cada persona.  O lo tienes o no, Pero es algo que no se puede fingir.
Aunque dados los tiempos que corren últimamente en  este mundo del BDSM.
En el que impera la falsedad y el esperpento. Y que el único motor que mueve los engranajes de la "dominación" es el dinero y las concesiones.

Donde anteponiendo siempre la parte sub (ahí es nada), los yo quiero y los yo soy. Mejor dejarlo estar y no embarcarse en aventuras banales.

Podría disertar y hacer extensísimo este post, pero no quiero perder mi valioso tiempo.

Si no sabes lo que eres, no entres en algo que te viene demasiado grande. Los experimentos en casa y con gaseosa.

Solo por el hecho de que otras personas se hayan plegado a tus demandas, no significa que todas lo vayamos a hacer (Ahí vienen las caras de sorpresa cuando descubren que tú/yo no eres como las demás) Principalmente porque a mi me importa menos que nada (podría poner una mierda, pero yo soy muy educada)  cuales sean esas demandas.

Dicho esto, pliégate al poder de mi mirada, si no pasa de largo.
@By LadyCuir.



El poder de un Ama reside en su mirada.
Una mirada que no tiene edad.
Una mirada que no te la da ni los veinte ni los treinta y a veces ni siquiera los cuarenta.
Esa mirada se lleva dentro.
No se consigue ni en un puto concurso de la tele ni en una fiesta.

Se tiene o no se tiene
(by ray)

martes, 6 de marzo de 2018

Cambalache (dedicatoria)

Cambalache by Ray
(Para Lady Cuir, y  para los que no sabemos poner precio a las cosas que merecen la pena )
El noventa y nueve por ciento de los críos que se hacen llamar "sumisos" no tienen ni puta idea de lo que es "regalar". Esta noche hablaremos de economía, muchacho. En el capitalismo, todos los objetos tienen un precio. Todo se compra y vende. Desde un lápiz a un Ama.

El sumiso mira el anuncio en el cambalache del ghetto: "Ama acepta sumisos." El crío responde al anuncio :" Hola, ¿me puedes decir lo que haces?". El Ama responde: "Te diré lo que no hago". El crío insiste :"¿Me puedo masturbar en tus botas?".

Si el Ama es Auténtica, en ese momento, lo mandará al jardín de infancia: " Esto no es un cambalache". El crío se da cuenta de que ha dado con un Ama con la que sólo puede negociar una cosa: el día y la hora de su rendición. De modo que aborda a otra Ama que acepte el juego del cambalache.
El noventa y nueve por ciento de las Amas del mercado, aceptarán las exigencias del crío.

Volvamos al mundo de los objetos en el universo capitalista. Existe un objeto que no está sujeto al cambalache del mercado. El regalo. Un Ama es un regalo, un privilegio. Un esclavo es un regalo, un privilegio. Y cuando ambos regalos se encuentran, el esclavo se regala a sí mismo al Ama. Y el Ama, acepta el regalo porque sí, porque "hoy es hoy, caja roja de Nestlé".
Todo lo que no sea esto, es seguirle el juego a esos malditos críos, muchacho.