Reglas de oro?¿?

Lo encontré y me hizo pensar.

Hasta ahora siempre había pensado que un sumiso sabe lo que es, obviamente desde que lo descubre, también pensaba que al optar por la tendencia sumisa, tenia claro su comportamiento hacia un Ama, pero claro eso es lo que yo pensaba, la realidad día a día me va demostrando que no es así, cada vez descubro más la falta de paciencia y humildad sobre todo, no quiero decir que un sumiso por el hecho de serlo deba anular su caráter o personalidad, pero si demostrar y ofrecerse para agradar al Ama, y si en algún momento comete un error o equivoación, no dudar en reconocerlo y pedir el perdón y la clemencia del Ama,seguro que si lo hace en la forma correcta el Ama cuanto menos le escuchará, otra cosa es la decisión que está tome, pero soy de la opinión que cuanto más humildemente exponga su error y pida perdón, mayores posibilidades de obteberlo tendrá, claro esta, esto es solo mi opinión.

Otro factor muy importante a tener en cuenta por parte del sumiso es, que el sumiso ha de dejar a un lado el comportamiento que tenga en su vida cotidiana, principalmente porque no está tratando con su colega, su amiga o la vecina del 5º, por eso ha de teenr tacto y saber como dirigirse al Ama, hay que entenderse y hacerse entender,escuhcar y hacerse oír, todo ello dentro de las formas y la educació, que se presuponen, escuchar al Ama su forma de expresarse su forma de explicar las cosas o situaciones, ayudará al sumiso a entenderla y a compalcerla.

Dicho esto, paso a poner lo que encontré por la red, ahora ya cada un@ que haga lo que crea conveniente o deba, según sea el caso o su criterio.


REGLAS DE ORO PARA UN SUMISO


A partir del momento en que tu Ama te acepta como sumiso pasas a ser de su entera propiedad en cuerpo y mente y tu única aspiración será adorarla y complacerla cada día mas y mejor
; Servirás, obedecerás y satisfarás siempre a tu Ama. Tu sumisión será completa. Tendrás solamente un Ama.

Tú no tienes voluntad ni deseas nada. Tus únicos deseos son las órdenes de tu Ama.

Tu Ama podrá usarte en cualquier momento para obtener placer sexual o mental. Tu obligación es darle el máximo.
No harás nada que no sea ordenado o autorizado por tu Ama. Permanece siempre expectante porque las órdenes te serán dadas de muchas formas: de viva voz o con una simple mirada, chasqueando los dedos o señalando

Escucha con la máxima atención las palabras de tu Ama y cumple sus órdenes al pie de la letra.

A cualquier indicación de tu Ama contestarás siempre "Si, mi Ama" o lo que ella te ordene, agachando la cabeza. Para ti, el NO es impronunciable.

No tienes derecho a cruzar tu mirada con la de tu Ama a menos que ella te lo permita. Permanece con la cabeza baja en señal de obediencia y sumisión.

Tendrás confianza en tu Ama y debes saber que ella piensa siempre en tu bienestar emocional y físico.

Tu Ama establecerá las metas que debes conseguir y serás responsable de conseguir esas metas.

Aceptarás cualquier recompensa, disciplina o castigo que tu Ama te imponga, porque eso hará de ti un sumiso mejor.

Te está permitido sugerir nuevas formas de entrenamiento, dirigiéndote a tu Ama de forma respetuosa.
Recuerda que eres una posesión de tu Ama.
Discutirás con detalle tus límites con tu Ama.

Nunca demostrarás desacato o soberbia hacia tu Ama en ninguna forma.

Tus acciones reflejarán la categoría de tu Ama, estés o no en su presencia. Te esforzarás en mantener un comportamiento sumiso apropiado en cualquier circunstancia.

Estarás siempre atento a las necesidades de tu Ama. Estarás siempre dispuesto a responder a ellas con lo mejor de tus capacidades.

Escucharás con interés todo lo que tu Ama tiene que decir durante tu entrenamiento.

Comunicarás siempre tus emociones a tu Ama.

Siempre que tu Ama hable, incluso cuando tú estés hablando, guardarás silencio y nunca la interrumpirás.

Para recibir placer debes ganarlo.

Darás gracias a tu Ama por todo lo que te da.

Guardarás siempre sumisión a tu Ama esté o no presente, a cualquier hora, en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia, sin importar quién pueda estar presente.

Tu mayor satisfacción será satisfacer a tu Ama. No puede haber mayor dolor que el sentimiento de saber que tu Ama no está satisfecha de ti.

Aceptaras los castigos como medio para corregir tu comportamiento.

Confesarás a tu Ama tus desobediencias, de modo que ella pueda decidir si tales violaciones requieren disciplina o castigo.

Nunca tocarás o frotarás tu sexo con las manos, juguetes o cualquier objeto y de cualquier manera que puedas experimentar placer sexual o sensual sin el permiso de tu Ama.

Llevarás tu sexo completamente depilado, a menos que tu Ama ordene lo contrario.

Usarás el collar que tu Ama te ha dado, con orgullo porque es un signo de pertenencia y dedicación a tu Ama.

Mientras estés en escena, pero no seas usado permanecerás en el rincón que tu Ama te tenga reservado, guardando la que debe ser tu posición natural: de rodillas, con la cabeza agachada y en silencio. Podrás apoyar las nalgas sobre tus talones pero mantendrás la espalda erguida y los brazos pegados al cuerpo Apoyarás las palmas de las manos sobre los muslos y procurarás que los dedos queden bien estirados y separados.

Tu posición natural frente a tu Ama es de rodillas.

Tu otra posición natural será a cuatro patas, como un perro.

No te preguntes las razones de las órdenes o castigos de tu Ama. Simplemente acéptalos y cúmplelos poniendo todo tu empeño en ello.

Tu dolor es el placer de tu Ama y esa es la única razón de tu servidumbre

Cuando tu Ama te azote agradecerás uno a uno diciendo "Gracias, mi Ama" o lo que ella te ordene.

Te comportarás en público con la máxima discreción, pero si tu Ama desea exhibirte, deberás vestir la indumentaria apropiada que te ordene.

Te sentirás orgulloso de llevar el collar de esclavo o cualquier otro atributo de sumiso que tu Ama te imponga (cadenas, marcas, etc.) pues significan que le perteneces.

En presencia de tu Ama no tendrás intimidad. Suplica su autorización para hacer tus necesidades.

Dormirás desnudo y atado. Si tu Ama te permite hacerlo de forma más confortable considéralo un privilegio.

Cuando tu Ama te ordene que cojas o le traigas algo, tu forma natural de hacerlo será con la boca y desplazándote a cuatro patas.

Mantén tu boca, tu lengua y tus labios húmedos y dispuestos para lamer y chupar en cualquier situación, salvo cuando tu Ama te amordace.

Por regla general permanecerás en silencio, pero cuando dirijas la palabra a tu Ama hazlo con el máximo respeto y dándole el tratamiento que te ha enseñado (mi Ama, mi Dueña, mi Señora...).

Mantén la cabeza baja y háblale sin levantar el tono de voz.

Tus órganos sexuales no te pertenecen. Como todo tu cuerpo son propiedad de tu Ama que dispondrá de ellos a su antojo.

Tus corridas serán siempre autorizadas y administradas por tu Ama.
No tendrás ninguna sin su permiso, que incluso suplicarás cuando estés siendo usado por ella. Si incumples esta regla te expones a un castigo muy severo.

Acepta las marcas que los azotes de tu Ama dejarán sobre tu cuerpo. Son adornos para su placer. Tu Ama decidirá si debes ser tatuado o anillado, dónde y cuándo.

Eres un sumiso y no tienes capacidad de iniciativa, pero debes rehuir las actitudes puramente pasivas y resignadas, absolutamente inapropiadas. Muéstrate siempre expectante, participativo e imaginativo. De vez en cuando ofrece a tu Ama alguna parte de tu cuerpo para su disfrute, regálale objetos que pueda usar contigo y demuéstrale aquellas de tus habilidades que últimamente no ha explotado. Hazlo para complacerle pero asume que si no lo consigues serás castigado.

El adiestramiento y el aprendizaje de un sumiso no acaban nunca. La imaginación es el mejor instrumento para un perfeccionamiento constante.

Confiesa a tu Ama todo aquello que realices en contra de su voluntad, incluso los pensamientos negativos. Sé absolutamente transparente porque la mentira o el engaño significarían el fin de tu sumisión. Ahuyenta tus dudas exponiéndolas abiertamente. Tu Ama decidirá los castigos o la disciplina que mereces y tomará las decisiones oportunas para tu reeducación.

Solicita periódicamente autorización para exponer a tu Ama un balance de tu sumisión: los cambios que notas, los logros de los que te sientes orgulloso, aquellas cosas en las que temes no complacerla al 100% y aquellos otros retos frente a los cuales todavía te sientes inseguro o temeroso. Pídele ayuda para vencerlos y renueva tus promesas de absoluta sumisión.

El poder y la autoridad de tu Ama te infunden respeto. Su sabiduría y su perverso refinamiento te fascinan. Estás orgulloso de pertenecerle y tu máxima satisfacción es comprobar que se siente a gusto.

Cuando tu Ama si llega el caso y está previamente pactado. Considera que estás preparado y vuestra relación haya progresado, recibirás su marca permanente, en el lugar que ella elija, y del tipo que ella elija.


CONCLUSIÓN: si deseas satisfacer plenamente tus fantasías debes concentrar todas tus energías, absolutamente todas, en adorar y complacer a tu Ama.