martes, 28 de febrero de 2012
((La caja y el sumiso (final)))
La habitación de los “juegos” era una habitación espaciosa y agradablemente decorada, con una amplia ventana que dejaba pasar la luz natural pero con cortinas que ocultaban a los ojos indiscretos lo que pudiera ocurrir en su interior. La habitación parecía un cuartito de lectura si no fuera por tres elementos que destacaban sobre los demás, aunque dispuestos de tal manera que se integraban con naturalidad en el ambiente, sin desentonar. En la pared pintada de un color granate oscuro y en la parte opuesta a la ventana había una cruz de San Andrés recubierta de cuero, con sus correspondientes argollas para ser maniatado. Látigso gatos y cadenas y canes colgaban a su lado. En el centro de la habitación, junto a un sofá, había un banco de flagelación, también repujado de cuero, donde mi Ama solía atarme para fustigarme a placer o para penetrarme con cualquiera de sus dildos de diferentes tamaños. Finalmente, del techo colgaban unas argollas con las que mi Ama podía colgarme a su placer. A ella le gusta especialmente colgarme como un jamón, de las argollas y suspenderme como un objeto. Le complace sobremanera tenerme así un rato y azotarme con su fusta en diversos puntos, haciéndome girar lentamente como una de esas esculturas móviles.
Yo había dejado todo dispuesto, las velas encendidas y todo lo demás para que ella pudiera utilizar cualquiera de los aparatos, pero sabía muy bien cómo le gustaba encontrarme al entrar en el cuarto de juegos. Me recosté trabajosamente sobre el banco de juegos sobre mi pecho y abrí las piernas todo lo que pude, dada la imposibilidad que tenía con los grilletes de los tobillos el plug en el. Culo y la anilla en el pene, para que al entrar en la estancia mi Ama pudiera ver mi culo bien lleno y dispuesto a ser usado y abusado a su dominio. Para que hiciera de mi lo que quisiera.no nada que me haga más feliz que complacerla en todo y por todo.
Cuando entró me dijo: Muy bien helmito, veo que todo está preparado al igual que tu culo. Se acercó hacia mi y se puso delante, me acarició la espalda con su guante, lo que me produjo un escalofrió de placer, pude ver su inmensa belleza enfundada en el corsé negro, las medias y las botas altas, con sus guantes largos y elegantes. Además se había puesto el arnés con el hermoso falo, lo que le daba un aire irresistible y cautivador. Se agachó como para decirme algo al oído, pero en realidad lo que hizo fue colocar el CB en mi pene, (no sin antes quitarme la anilla que llevaba desde la mañana), atrapándolo y dejándolo prisionero.
Volvió a acercarse a mí por delante y me puso su falo en los labios. Yo sabía lo que tenía que hacer, así que abrí la boca y lo dejé entrar, para lamerlo y chuparlo. Durante un buen rato me demoré en la felación, con los ojos cerrados, ensalivando el falo que me iba a penetrar en breves instantes. Cuando mi Ama lo sacó, me puso una pelotita de golf en la boca a modo de mordaza y me besó en la cara. Pausadamente fue al otro lado del banco y la perdí de vista. Sentí que me azotaba con su fusta sacaba el plug y que a continuación vertía un líquido en mi ano (el lubricante, supuse) y lo masajeaba, para facilitar la penetración.. Sentí cómo mi cuerpo iba siendo invadido por su falo, con suaves movimientos de su cadera me poseyó. A la vez iba vertiéndome largos goterones de cera sobre mi espalada y mis nalgas. El placer y el dolor era tan intensos que perdí la noción del tiempo. Mis gemidos eran amortiguados por la pelotita, que llena de babas giraba en mi boca, dejando escapar algunas gotas hasta el suelo… Deliciosa tortura como me gustaba complacer a mi Ama, sentía como lo hacía, lo sentía en su respiración y en la forma rítmica con que se movía dentro de mí. En como imaginaba mis nalgas y mi espalda rojas por la cera, el calor que está producía al contacto con mi piel….
Mi ama me saco el arnés y me indico que la adorase, que empezase adorando sus divinos pies, y que si era bueno podría llevarme el premio “gordo” mi pene dolorido quería escapar de esa cárcel del CB pero cuanto más lo intentaba más se aprisionaba y más dolor me causaba, mis pezones hacía rato que no los sentía, me dolían sobre manera, y suponía que estarían morados, pero por el placer y satisfacción de mi Ama todo es poco. Ella rige mi vida y mi tiempo ella controla mi sexo y actos ella es mi Reina mi Diosa y mi Dueña, por ella y para ella soy quién soy. helmito al servicio de mi Ama Dueña y Señora.
Terminamos de “jugar” bien entrada la mañana, mi Ama cansada y satisfecha, y yo inmensamente feliz, dolorido y exhausto, había sido el juguete de mi Ama, y ella había quedado complacida en todos los aspectos. La ayudé a despojarse del corsé las botas y todo lo que llevaba, la duché y limpié a fondo cuando utilizó el aseo, la metí en la cama y se quedó dormida mientras le daba un masaje relajante, al instante me tumbe en mi manta dentro de mi jaula y ahí me quede expectante por si me necesitaba. Y esperando y deseando de nuevo que me utilizase.
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Ama, es un relato perfecto e intenso. Me han encantado algunas frases: "para que hiciera de mi lo que quisiera", "ensalivando el falo que me iba a penetrar en breves instantes", "ella rige mi vida y mi tiempo, controla mi sexo y actos, ella es mi Reina, mi diosa y mi Dueña".
ResponderEliminarGracias LadyCuir
pepa
Precioso destino el de helmito: disfrutar con su Ama, en su placer y sus travesuras. Disfrutar del dolor y del castigo, pero también de sus sonrisas y su cariño, sirviéndola con deleite.
ResponderEliminarsin duda ha respondido a la expectación creada.....y no puedo por menos que aplaudir intensamente y agradecerle el detalle de haberlo compartido con todos
ResponderEliminarGracias a los tres por vuestros comentarios.
ResponderEliminarLa vida es dura..., pero a Helmito le cargan las pilas por las noches... Suertudo
ResponderEliminardigno final de la historia te mantiene con la intriga y ademas de probocador que suerte tiene Helmito
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